jueves, 6 de diciembre de 2012

Como purgar radiadores








Para asegurarse el funcionamiento optimo de los radiadores que funcionen con agua, no debemos olvidarnos de purgarlos por lo menos una vez al año, lo que significa que debemos sacarles el aire que se acumula en su interior y que dificulta la emisión del calor. Es un proceso muy sencillo y que se puede realizar manualmente, aunque hoy en día muchos radiadores incorporan ya un purgador automático. Cómo purgar Antes de nada, necesitamos un destornillador o una moneda y para evitar manchar el suelo, un vaso o recipiente para recoger el agua que salga del radiador. Conviene comenzar a purgar los radiadores más cercanos a la caldera, siguiendo el recorrido natural del agua. Una vez localizada la válvula de purgado (como la de la imagen), ayudándonos con el destornillador o la moneda, la giraremos en el sentido de las agujas del reloj para abrirla y dejar salir el aire que pudiera contener el radiador. Estas burbujas de aire son las que impiden que el radiador se caliente uniformemente y dificultan un correcto calentamiento de la estancia. En el momento en que deje de salir aire, comenzará a salir agua con aire y finalmente un chorrito uniforme de agua. En este momento, habrá terminado la purga del radiador. Para terminar, cuando concluye el proceso de purgado, hay que comprobar que la presión de la caldera esté a 1 bar, ya que al purgar los radiadores es normal que la presión disminuya. Si la caldera tiene poca presión (menos de 1 bar), no funcionará correctamente. ¿Cuándo debemos purgar los radiadores? Los meses óptimos para purgar los radiadores son los de septiembre y octubre, justo antes de que comience la temporada fuerte de calefacción. Es conveniente no esperar a que las temperaturas bajen y necesitemos la calefacción, ya que si no la hemos purgado antes, ésta funcionará "a medio gas", con el consecuente derroche de energía y dinero.

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